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La salud mental es un fenómeno complejo, determinado por múltiples factores: genéticos, biológicos, psicológicos, ambientales, sociales, en algunos casos aunados al consumo de drogas y alcohol.
Se manifiesta en padecimientos como:
Depresión, ansiedad, bipolaridad, esquizofrenia, trastornos mentales obsesivos – compulsivos, y otros como estrés, que han aumentado en forma alarmante.
Se registran múltiples casos de depresión desde la infancia; así como también Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad TDAH.
La enfermedad mental altera el aspecto emocional, del comportamiento y afecta los procesos psicológicos como la motivación, conducta, conciencia, aprendizaje, lenguaje, etc., repercute en la falta de adaptación de las personas en su entorno social, familiar y comunidad.
Estudios indican que la tercera parte de la humanidad sufre depresión.
La OMS informa que de 10 familias en México 6 tienen problemas de salud mental como: depresión, esquizofrenia, bipolaridad, etc.
Alrededor de 15 millones de mexicanos tiene algún tipo de enfermedad mental.
En Nuevo León hay más de 5 millones de habitantes y solo hay un hospital psiquiátrico con 100 camas.
Estos datos son indicativos de que la salud mental ya es un problema de salud pública.
En México la Secretaría de Salud Pública no tiene un presupuesto para las enfermedades psiquiátricas, solamente lo tiene para los problemas de adicción. Por este motivo las personas en extrema pobreza no tienen acceso a medicamentos ni a información sobre estos padecimientos lo que los lleva a la indigencia.
Las enfermedades mentales cuando no son detectadas y atendidas son factor de riesgo que aunadas a la pobreza extrema conducen a la indigencia.
La Indigencia es un fenómeno social que se presenta en las grandes ciudades, la constituyen las personas que viven en la pobreza extrema y se agrava por trastornos mentales como depresión, esquizofrenia, psicosis o bipolaridad, así como por alcoholismo y drogadicción.
Todas las pacientes que viven en SAMPIN han sido violentadas, golpeadas, atropelladas y abusadas, la mayoría han tenido hijos que el DIF, por su enfermedad, les ha quitado y van a parar a Capullos. Esto es la otra cara de la problemática social que representan las mujeres indigentes con problemas mentales: Niños abandonados y algunos con la herencia genética de esta enfermedad.
Cande se encontró abandonada y encerrada. // Cande en el huerto de SAMPIN
Soco antes y después de llegar a SAMPIN